Una introducción
¿Qué tienen en común un chino, un inglés, un francés y un español…?
Ufff…! no, por favor, ¿vamos a empezar con un chiste malo?
Bien, obviando la tentación de hacer un mal chiste, diré que aunque les une muchas cosas, lo que interesa desde el punto de vista de este post, es que los cuatro viven en el planeta Tierra, ¿solo eso es lo que interesa?.
Los cuatro viven en mayor o menor medida influenciados por el actual entorno. Un entorno caracterizado por según como se menciona en el título de esta entrada: la globalización, la conectividad, y la información.
Habitualmente, en los chistes de nacionalidades contados por españoles, el español suele ser el más listo y el que en un acto de ingenio, siempre sale el mejor parado. Como no pretendo hacer chistes con estas palabras, me conformaría con que el español se aplicara y se pusiera “las pilas” ante los nuevos retos que nos plantea el siglo XXI en relación a la complejidad tecnológica.
¿Qué pretendo decir con todo esto…?
La idea
El radio de la Tierra no cambia y siempre es el mismo, es de 6371 Km, aun así, vivimos en un mundo cada día un poco más “pequeño”.
En mi opinión, y no creo que sea difícil argumentar sobre ello, que el hecho de que el mundo se nos haya hecho más pequeño se debe a las “palancas” que hemos generado, ¿qué palancas?.
Una de estas palancas es la tecnología. La introducción de la tecnología en todos los ámbitos de nuestra vida nos proyecta tanto a nivel individual, como social. Consecuencia de ello es que ahora tocamos los límites de la Tierra con la punta de los dedos.
A lo largo de la historia, la proyección que nos genera la tecnología no ha sido lineal. En los albores de la humanidad, cada pequeño cambio provocaba grandes impactos, ya que partían de la nada tecnológica.
Un ejemplo; golpear una piedra para sacarle filo ayudó a cortar y curtir las pieles de los animales que cazaban, y como consecuencia poder protegerse del frío. No es que eso generara ninguna revolución, pero resuelto el problema del frío inmediato, quizás ayudó a liberar la mente para otras cosas, ¿no creéis?.
En los últimos siglos, cada vez más en las últimas décadas, y cada más aún en los últimos años, la velocidad de los cambios tecnológicos nos proyecta y acelera de forma exponencial.
Una vez que hemos llegado a los límites físicos de nuestro entorno, ¿qué sucede? En mi opinión, sucede que se aumenta la densidad del entramado social, y se aumentan las conexiones generando complejidad, ¿generando complejidad?, ¿que es eso?, os animo leer la primera entrada de este blog “Más no es mayor, más es diferente” en la que Francisco Redondo se convertía en Paco Hexagonías.
El efecto de la tecnología es doble, por un lado nos permite manejar la complejidad en nuestra sociedad, empresas, fábricas, aunque por otro también la genera.
Me tiro a la piscina y diré, así en frío… La tecnología induce la globalización, permite la conectividad, y que a su vez genera la información. Todo esto lo iremos desgranando en los siguientes artículos que continuaré sobre este tema.
El efecto de la tecnología es doble, por un lado nos permite manejar la complejidad, aunque por otro también la genera.
Como decía, con este pequeño artículo y algunos más en el futuro, quisiera comenzar a hablaros de la conexión entre la tecnología y la complejidad en los diferentes ámbitos de nuestra sociedad.
El enfoque de ese tratamiento será desde una perspectiva sistémica, la idea es generar reflexión al respecto de la gestión de dicha complejidad.
Permitidme que haga un inciso, antes de seguir leamos una breve historia.
Una historia
Higinio Villacañas es el dueño de una empresa situada en un municipio de la provincia de Toledo. Es una mediana empresa heredada de su padre y cuya actividad es la fabricación de puertas de madera.
Hasta hace poco más de un año a Higinio le iba bien, su padre le dejó una fábrica sencilla, con procesos manuales y orientados a un único producto, puertas de madera contrachapada.
El enfoque de ese tratamiento será desde una perspectiva sistémica, la idea es generar reflexión al respecto de la gestión de la complejidad.
El lápiz encima de la oreja era un elemento sofisticado en ese entorno. Uno de los procesos más habituales y asociados a la herramienta del lápiz era chupar la punta para que funcionara y así marcar los listones de madera.
El cliente era casi único, el servicio se reducía a proporcionar el número de puertas que las dos compañías constructoras le solicitaban.
Todo iba bien hasta que llegó la noticia de que uno de los clientes había entrado en suspensión de pagos a su plantilla. Al mes siguiente, el otro cliente redujo sus pedidos en un veinte por ciento.
La reacción fue que sonaron todas las alarmas y se propagó un sentimiento de alarma en todos los empleados.
Antes de estos acontecimientos, Higinio Villacañas, recibió la empresa de manos de su padre hacía más o menos unos tres años, justo cuando terminó su máster de organización industrial.
En todo ese tiempo hasta que slaltaron las alarmas, Higinio no se durmió en los laureles, estaba convencido de que la empresa tal como la recibió su padre no era sostenible. Durante todo este tiempo se dedicó, aparte de gestionar el día a día, a realizar un plan de transformación de su empresa de fabricación de puertas.
El lápiz encima de la oreja era un elemento sofisticado en ese entorno. Uno de los procesos más habituales y asociados a la herramienta del lápiz era chupar la punta para que funcionara…
Llegó el momento de implementar su plan, cuando los efectos de una crisis que afectaba a todo el país, empezaron a asolar una a una todas las fábricas idénticas a la suya, que estaban ubicadas en el mismo municipio de la provincia de Toledo. (Leer interesante artículo)
Un inciso y en breve volvemos con la historia de Higinio Villacañas!
Complejidad Tecnológica
En unos de mis anteriores posts de este blog, hablé de la complejidad del entorno y que de alguna manera, un sistema con cierta complejidad tenía más posibilidades de sobrevivir en ese entorno, que otro sistema con una complejidad asociada menor. el post en el que hablé de esta cuestión es: “La Organización como un Sistema: Un entorno complejo“.
El caso que nos ocupa en este post es la complejidad de un sistema debida a la tecnología. Antes hemos dicho que el efecto de la tecnología es doble, por un lado nos permite manejar la complejidad, aunque por otro también la genera
Pero, ¿qué es la complejidad tecnológica?, y por ende, ¿qué implica dicha complejidad?
Aunque en principio hay muchas definiciones de complejidad, yo no diría que haya tipos de la misma, es decir, no creo que haya una complejidad tecnológica como tal.
Ahora bien, de lo que sí que podemos hablar son de las implicaciones que tiene la tecnología respecto a la complejidad y viceversa.
Por ejemplo, ¿qué hace que una organización se vuelva más compleja con la introducción de tecnología?
Así en abstracto, se me ocurre decir que entre otras cosas…
- Automatiza procesos.
- Reduce tiempos y acelera nuevos procesos.
- Conecta, es decir, genera canales de comunicación, (nodos).
- Genera información.
- A su vez genera conocimiento.
- Permite bucles de realimentación entre sus parte conectadas.
Todo lo anterior, a gran escala, en un sistema lo suficientemente grande, podría generar propiedades propias de los sistemas complejos. En definitiva, la tecnología introduce variabilidad en el sistema, y como consecuencia, ayuda a generar estructura de sistema complejo.
Introduzco un concepto que me parece importante y nos va a ayudar en mis argumentos. Me gustaría hablar ahora de la ley de la variedad requerida, ley propuesta por W. Ross Ashby.
Esta ley dice proviene del campo cibernético y dice así: “Sólo la variedad puede absorber variedad”
¿Qué quiere decir esto?, o mejor dicho, ¿qué nos aporta en el sentido que estamos hablando a lo largo de este post?
Al principio de este punto dijimos que:
Un sistema con cierta complejidad tenía más posibilidades de sobrevivir en un entorno complejo, que otro sistema con una complejidad asociada menor.
Si esto último lo enlazamos con la ley de variedad requerida, ¿podríamos hacer una abstracción? y decir que…
…para gestionar la complejidad del entorno, necesitamos que nuestro sistema también sea complejo.
Cuando hablo de nuestro sistema, claro que me refiero a nuestra organización o fábrica. En definitiva, manejar la complejidad requiere disponer de una complejidad aún mayor,
O bien, que para sobrevivir, se requiere al menos la misma complejidad que la del entorno.
Por otro lado, me gustaría introducir en esta línea de argumentación un concepto que usaremos en la segunda parte de este post. El concepto es el de regulación del sistema (Homeostasis), que viene de la Teoría General de Sistemas (TGS).
Si os parece, solo lo dejaremos indicado y ya hablaremos de él en la continuación de este artículo, aunque va en la línea de la adaptación de un sistema a los estímulos del entorno, es decir, un sistema ante influencias del entorno, reacciona para adaptarse a él.
Un ejemplo paradigmático es un ser vivo. Volvemos de nuevo a la biología!!!
Así pues, en este apartado hemos hablado de:
- El binomio Tecnología-complejidad
- La Ley de Variedad Requerida.
- El concepto de Homeostasis.
De vuelta con Higinio
La complejidad de la fábrica de Higinio Villacañas era muy baja, su fábrica tenía las siguientes características:
- Organización simple y artesanal
- Unico producto de fabricación
- Dos clientes
- Dos proveedores
- 60 empleados
Desde que recibió la fábrica, Higinio se trazó un plan. El plan que empezó a implementar en el comienzo de la crisis con la pérdida del primer cliente, era transformar la fábrica.
Quería convertir su fábrica en inteligente. En definitiva, decidió introducir complejidad en su sistema, que era su fábrica.
El plan que empezó a implementar en el comienzo de la crisis con la pérdida del primer cliente, era transformar la fábrica. Quería convertir su fábrica en inteligente.
Concluyendo y acabo
¿Os gustaría saber lo que hizo Higinio con su fábrica? A mí sí, tengo mucha curiosidad. Sinceramente, no sé si lo que haya podido hacer le habrá servido para sobrevivir, pero lo que sí estoy seguro es que si no hubiera hecho nada, es que su empresa hubiera tenido que cerrar.
En la próxima entrega quisiera escribir sobre dos casos de lo que yo considero que son paradigmáticos respecto al incremento de complejidad como respuesta a la complejidad del entorno, que son: La industria 4.0 y la transformación digital.
1.- En la industria, el IoT y la Industria 4.0 son el caso paradigmático de la subida de escalón en complejidad.
2.- En las organizaciones, la transformación digital es ilustrativa del aumento de la complejidad, como reacción al entorno.
Os espero próximamente!
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