El siglo XXI es una realidad. 2 primeras razones por las que es necesario conocer la complejidad
Situando el contexto
En el primer artículo del Blog GestiónComplejidad que publico en este nuevo año, quisiera explicar el porqué de la necesidad de comprender lo que es la complejidad, y lo que su paradigma implica a la hora de afrontar proyectos y resolución de problemas. Lo haremos en dos partes, una primera parte, la actual, donde argumentaré con 2 importantes razones, y una próxima entrega donde se expondrá la misma reflexión pero completando con otras 8, para mí, importantes razones.
Ahora, en este mismo instante en el que estoy escribiendo la entrada del blog, estamos en el mes de Enero de 2017.
Llevamos ya 17 años del siglo XXI, como en el principio de cada década y en este caso del siglo, se suele hablar mucho de los avances que vendrán, de previsiones más o menos acertadas, así como de los nuevos retos y los problemas que habrá que solventar en las próximas décadas.
Como ejemplo os enlazo una serie de video-artículos realizados por IBM Research, en los que nos hablan de las 5 grandes innovaciones que vendrán en los próximos 5 años: 5 in 5. Todas ellas me parecen muy interesantes, concretamente una de ellas nos habla de la complejidad, “El enfoque macroscópico nos ayudará a entender la complejidad de la Tierra en un infinito detalle“.
El siglo XX
Dejemos esto por ahora y sigamos adelante… Bien, ¿cuándo se podría decir que se adopta la filosofía, el enfoque, o el paradigma característico de un nuevo siglo?, por ejemplo ¿en el primer año?, ¿la primera década?, ¿a mitad de siglo?. ¿Cuándo ocurrió esto para el siglo XX?
En mi opinión, eso es algo que sucede de forma gradual, no ya a lo largo de los años, si no más bien de las decadas. Los avances producidos en ciencia y tecnología repercuten en la sociedad con un cierto decalaje.
¿Pero cuándo se tuvo a lo largo del siglo XX esa conciencia de ver el siglo XIX como un siglo realmente anticuado?. Con perdón, me atrevo con un ejemplo bélico, ¿la 2ª Guerra Mundial?, en esos tiempos la 2ª Revolución Industrial ya se había completado, y también había dado tiempo a la sociedad a asimilar sus efectos.
El siglo XX fue un siglo de grandes descubrimientos científicos y avances tecnológicos. Se hablaba del siglo XX como el siglo de la modernidad frente al anticuado siglo XIX. Este último siglo albergó la segunda revolución industrial, dio paso a la luz eléctrica, al telégrafo, el teléfono, la radio, así como la televisión, es decir, fue el siglo de las comunicaciones.
También en este siglo se comenzó la gran revolución tecnológica de la integración electrónica con el transistor e internet (Revolución tecnológica TIC), así como a finales del siglo XX se comenzo con las bases de la 3ª Revolución industrial. Aprovecho y os animo a leer este interesante libro de Jeremy Rifkin “La Tercera Revolución Industrial: Cómo el poder lateral está transformando la energía, la economía y el mundo”.
Uno de los efectos fundamentales de la 2ª revolución industrial, que en mi opinión fue la verdaderamente influyente en la sociedad del siglo XX, fue que los avances tecnológicos mencionados anteriormente desarrollaron una economía y una sociedad centralizada, basada sobre todo en la gestión centralizada de la energía.
Un nuevo siglo, el XXI con un nuevo relato
Os preguntaréis que a qué viene este relato de los siglos y las revoluciones industriales. Bueno, con mejor o peor fortuna intento establecer un vínculo entre los avances tecnológicos y sus consecuencias sobre la sociedad.
Como ya hablé en un anterior post “Globalización, conectividad, información: Complejidad Tecnológica”, la tecnología revoluciona la sociedad. A continuación os hago un breve extracto de un párrafo de ese artículo:
Una de estas palancas es la tecnología. La introducción de la tecnología en todos los ámbitos de nuestra vida nos proyecta tanto a nivel individual, como social […] A lo largo de la historia, la proyección que nos genera la tecnología no ha sido lineal. En los albores de la humanidad, cada pequeño cambio provocaba grandes impactos, ya que partían de la nada tecnológica.
Llegados a este punto, hemos iniciado este artículo desde el principio del año 2017. La cuestión ahora es ¿industrial y tecnológicamente en qué punto estamos?
Me atrevo a decir que, en el desarrollo de la 3ª Revolución Industrial. Bien, y ¿qué implica esto?
Las consecuencias, aunque se están implantando poco a poco, ya se están empezando a ver, en la medida que se está complejizando el mundo. Internet y el formato de energía renovable, están descentralizando muchas decisiones. Por otra parte la economía y la sociedad se están haciendo más transversales y laterales.
En definitiva, se vislumbra un cambio de paradigma, social, tecnológico, y quizás económico y político.
Y ahora, a principios del siglo XXI, habría que plantearse si somos conscientes de estos cambios y nuevo relato.
En mi opinión, creo que todavía no. Igual que el siglo XX no entró justo en el año 1900, y tardaron varias décadas hasta que la sociedad absorbió las consecuencias de los avances introducidos en sus principios. Pues bien, en el siglo XXI estamos en esos mismo “mimbres”.
Dejad que introduzca cuatro hechos:
No valoraremos si estos hechos en sí mismo son positivos o negativos, pero si creo que son consecuencia de la filosofía del siglo XX, y también, quizás de no haber entendido un nuevo paradigma que en el siglo XXI nos está pidiendo paso…
¿Y ahora qué?
El Paradigma de la Complejidad
A nuevas preguntas y nuevos retos, nuevas respuestas.
- ¿Alguien sabe el porqué suceden cosas como los eventos anteriores?, ¿de qué son consecuencia?
- ¿Porqué no enfocar el funcionamiento del mundo de forma diferente?, ¿un nuevo paradigma como respuesta?
En el primer artículo de este blog ya hablé de un nuevo paradigma coneptual como respuesta a nuevos retos, lo enlazo aquí “Más no es mayor, más es diferente…”, lo recomiendo leer.
En ese artículo se argumenta a favor de un nuevo enfoque del mundo basado en la perspectiva sistémica y el conocimiento de las ciencias de la complejidad. A continuación hago un breve extracto del mismo.
“En consecuencia, la evolución de este sistema nos lleva a un cambio de paradigma, no son la mismas respuestas las que hay que dar ahora, que las que había que dar hace tres cuatro décadas…”
Enumerando razones
Ahora dirás, todo esto está muy bien, pero según el título de este artículo, ¿cuáles son realmente las razones para que yo como profesional y como lector tenga que conocer lo que es la complejidad?
1.- El mundo se ha globalizado, está más conectado. Todo afecta a todo. Las respuestas a cada vez más eventos, ya no son lineales, parece que se ha caotizado el mundo.
Es como si se hubiera tejido una “maraña” alrededor de nuestro planeta, en el que cada vez nos resulta más dificil ubicarnos y situar un rumbo ante muchas decisiones que tenemos que tomar, y problemas que resolver
2.- No es que se esté llegando a límites, es que se está gestando un profundo cambio en nuestra sociedad. Un transición de fase, otro modo de funcionamiento.
El agua, dependiendo de las condiciones ambientales que tenga, es agua líquida, hielo o vapor. En cada una de estas fases el agua se comporta de distinta manera.
A nuestra sociedad le está sucediendo lo mismo, como ya dije al principio, todos los cambios tecnológicos que nos están revolucionando y acelerando, nos están llevando a otro modo de funcionamiento.
Concluyo y acabo
Enfoque sistémico, visión holística, un conocimiento de los sistemas complejos, así como de las técnicas que se están desarrollando paralelamente a los descubrimiento en complejidad se harán vitales, no ya para comprender este nuevo siglo, si no para navegar por el.
Reflexionando sobre un nuevo paradigma para el siglo XXI os dejo. Os espero próximamente!
Me gustaría saber tu opinión. Deja un comentario